Los límites que alguna vez fueron absolutos entre las criptomonedas y las finanzas tradicionales (TradFi) se han desdibujado con la entrada de organizaciones institucionales en el ecosistema crypto en los últimos años.
JP Morgan, Goldman Sachs, Fidelity, Black Rock y Morgan Stanley se encuentran entre los más tradicionales de la industria financiera y se han dado cuenta de las posibilidades de criptomonedas como bitcoin, mientras que las empresas globales como MicroStrategy y Tesla siguen invirtiendo mucho.
Los bancos ahora están invertidos en nitcoin. También lo están haciendo los fondos de cobertura, los fondos soberanos de riqueza y los países como El Salvador. Pero también está el lado minorista de este cambio general, que incluye marcas como Adidas y Nike que ingresan al espacio NFT y dan a conocer sus intenciones de jugar en el metaverso.
Acumulativamente, a esta adopción institucional del ecosistema crypto se le está dando el espacio que para muchos ha sido necesaria: el respaldo más tradicional que ayuda a algunos a tomarlas en serio como una alternativa viable al dinero fiduciario.
El encuentro de TradFi y DeFi
La cotización de los fondos cotizados en bolsa (ETF) de Bitcoin, en particular los ETF basados en futuros, en las bolsas de todo el mundo ha servido como el extremo poco profundo del grupo para los administradores de fondos que no estaban listos para sumergirse directamente en el ecosistema crypto.
Estas instituciones tradicionales se involucren en las criptomonedas de manera regulada, sin tener que poseer el activo subyacente y los ETFs permiten este paralelismo.
El próximo desarrollo que veamos de esta combinción de industrias pueden ser las rentas vitalicias de jubilación, los planes de seguro de vida y similares que ingresan al espacio de inversión en criptomonedas.
Las conversaciones en curso entre los reguladores y los creadores de mercado pronto deberían conducir a un entorno regulatorio favorable para los administradores de activos que quieran sumergirse en el espacio.
Muchas de las empresas tradicionales están trabajando actualmente en productos de criptomonedas y estarán listas para moverse en el momento en que se establezca la regulación, y cuando estos productos se coticen, será un momento decisivo.
Un oportunidad interesante
Aunque volátil, el criptomercado ofrece oportunidades prometedoras tanto para inversionistas minoristas como institucionales. Gracias a las características inherentes de las tecnología blockchain subyacente, las criptomonedas ofrecen una gran cantidad de beneficios, como la dependencia cero de los intermediarios, transacciones transfronterizas fluidas, seguridad de extremo a extremo, privacidad de datos y transparencia.
Suma a todos estos factores las posibilidades ilimitadas que ofrece el sector DeFi (finanzas descentralizadas), y se hace evidente por qué un número cada vez mayor de inversores minoristas e institucionales están optando por activos digitales.
A medida que la capitalización del mercado crypto mundial se disparó por las nubes, el sector DeFi también se ha posicionado como un refugio seguro para los inversionistas institucionales y los administradores de fondos de cobertura.
En los últimos años, grandes nombres de la industria financiera tradicional han ingresado gradualmente al ecosistema crypto, lo que indica que el mercado finalmente está motivándose con la idea de los activos digitales.
Desde comunidades cerradas creadas para invertir la idea de las criptomonedas, hasta foros abiertos que discuten mejores formas de hacer que las criptomonedas sean accesibles y reguladas: la influencia institucional ha cambiado la dinámica de las criptomonedas, DeFi y otras áreas relacionadas.
En un estudio publicado por Fidelity Digital Assets, el 52 % de los inversionistas institucionales informaron haber invertido en activos digitales, y nueve de cada diez indicaron que estaban explorando activamente oportunidades en este campo nuevo y prometedor.
Empujando la adopción
Datos recientes de Chainalysis muestran que la adopción de criptomonedas a nivel mundial ha aumentado en más del 800% en 2021.
Si a eso le sumamos datos que podemos ver en IntoTheBlock, las inversiones institucionales grandes, es decir las inversiones que superan los $100.000 dólares en una compra única, son cada vez más.
Dos mil millones de personas en todo el mundo no tienen servicios bancarios. Como resultado, muchas personas sienten que el sistema financiero actual no satisface sus necesidades. Las tasas de interés están en su punto más alto en muchas regiones y la inflación está aumentando, lo que ha llevado a las personas a buscar otras opciones de inversión que les proporcionen rendimientos reales.
Las estructuras formales y las asociaciones entre firmas de asesoría financiera facilitarán aún más esta adopción por parte de la población en general.
El camino hacia la adopción masiva de criptomonedas es una calle de dos vías. Las empresas de criptomonedas están ocupando cada vez más espacios publicitarios en vallas publicitarias, estadios deportivos y medios de comunicación en general; espacio comercial que antes era dominio de marcas tradicionales e instituciones financieras.
Esto, junto con la entrada de las finanzas tradicionales en la criptosfera, ha generado conversaciones normales sobre bitcoin y otras criptomonedas alrededor de la mesa, y ahí radica la credibilidad.
Menores barreras de entrada para la inversión institucional
Los exchanges, tanto centralizados como descentralizados, están desempeñando un papel clave para ayudar a eliminar la mayoría de las barreras que alguna vez frenaron la adopción institucional.
El mercado digital actual está bien equipado con la infraestructura necesaria para facilitar los servicios de nivel institucional, junto con los marcos normativos y de cumplimiento específicos de cada país, lo que ofrece a las instituciones una mayor claridad sobre los sectores de criptomonedas y DeFi en evolución.
Al mismo tiempo, el criptomercado está madurando continuamente en términos de utilidad, abriéndose camino en la categoría de inversión más amplia, como las acciones tecnológicas del mercado de valores. P
or lo tanto, los inversionistas miran más allá del siempre tan popular valor de tienda "similar al oro" de Bitcoin y están invirtiendo cada vez más en servicios públicos.
Por ejemplo, entre 2020 y 2021, los inversionistas institucionales invirtieron mucho en Ethereum, Solana, Binance Coin y varias otras criptomonedas de capa 1.
Mientras tanto, muchos inversionistas institucionales también están ampliando su portafolio de criptomonedas más allá de la tecnología de capa 1, invirtiendo en soluciones de escalado de capa 2, tokens de metaverso, NFT y también están participando en el mercado DeFi más amplio.
Este mayor interés ciertamente está a favor del ecosistema criptográfico, ya que no solo ayuda a aumentar la capitalización de mercado de los activos digitales en general, sino que también ayuda a mejorar la confianza y la conciencia del propio sector naciente.
Las finanzas tradicionales (TradFi) existen desde hace más de cien años. Incluye una amplia gama de ofertas financieras, la mayoría de las cuales no están disponibles actualmente en DeFi.
A medida que TradFi se fusione con DeFi, ayudará a DeFi a expandirse para ofrecer más soluciones financieras, como créditos no garantizados, depósitos recurrentes y mucho más. Además, la experiencia del sector TradFi en gestión de activos, cumplimiento normativo y otras áreas similares también ayudará a que el ecosistema criptográfico crezca aún más.
Asimismo, las plataformas TradFi pueden aprovechar el poder de la tecnología blockchain para reestructurar sus modelos comerciales, lo que a su vez beneficiará tanto a los proveedores de servicios como a los clientes.
Al utilizar el poder de la descentralización, el intercambio entre pares y otras características similares, las empresas TradFi pueden expandir sus servicios e introducir soluciones financieras novedosas a las que los clientes pueden acceder sin restricciones geográficas.
A medida que el interés institucional y la inversión en el sector de blockchain y las criptomonedas van en aumento, es posible que pronto seamos testigos de la era dorada en la que los productos financieros tradicionales y las criptomonedas estarán fuertemente correlacionados, aumentando el valor de cada uno con el tiempo y reforzándose mutuamente en el tiempo.
Hemos estado esperando que las instituciones salieran y jugaran en el entorno crypto, y ahora, más que nunca, esto parece estar sucediendo realmente.
El año 2023 será especialmente interesante con respecto a esta intersección en el campo de las finanzas, y estaremos atentos para ver cómo se desarrolla esta nueva realidad.
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